CAPITULO III
EL REDESPLIEGUE A LA BASE AEREA MILITAR SAN JULIAN
El
19 de abril, la dotación de aviones se completó con el C-404, que llegó de Tandil aproximadamente a las 16:30 hs..
El
Mayor SAPOLSKY me había dicho que se estaba por efectuar un redespliegue del Escuadrón, pero no sabia donde ya que se estaban
evaluando las alternativas.
El
problema de nuestra ubicación era que la autonomía de los Daggers, daba muy justa y en caso de tener que combatir no podrían
regresar al continente, ya que la distancia entre Comodoro Rivadavia y las Islas es de aproximadamente 720 Km.
Durante
esa mañana el Mayor me llama para comunicarme que se había decidido nuestro redespliegue a la BASE AEREA MILITAR SAN JULIAN
(SJU), y que nos trasladaríamos con un avión Guaraní GII hasta esta Base a fin de ver que facilidades, equipos y suministros
podíamos tener.
El
vuelo resulto muy accidentado, ya que en esta época del año la meteorología es muy mala, con fuertes vientos y nevizas, pero
a media mañana estábamos aterrizando sin novedad.
San
Julián es una pequeña ciudad ubicada en la costa atlántica de la provincia de Santa Cruz, a aproximadamente 380 Km al sur
de Comodoro Rivadavia y a unos 670 Km de las Islas. Su gente es muy amistosa y nos atendió muy bien, haciendo que nos sintiéramos
muy cómodos. El problema, que creo mas serio de esta ciudad es la escasez de
agua potable, problema que tuvimos que sobrellevar durante toda la campaña que pasamos allí.
Luego
del aterrizaje y de la presentación al Jefe de Unidad, Comodoro MAIZTEGUI, recorrí el aeródromo y con gran sorpresa vi que
no teníamos refugios (Bunkers) para los aviones, ya que aquí también estaba desplegado el Escuadrón de aviones A4-C, cuyo
Jefe de Escuadrón Técnico era el Comodoro LLABRES y tenía como Jefe de Mantenimiento al 1º Teniente ROSALES.
La
cantidad de aviones que tenían hacia que ocuparan todos los Bunkers, por lo que prácticamente no había lugar para nuestros
Daggers, a no ser en la plataforma frente a la torre de control.
Tampoco
había lugar donde almacenar los repuestos, bancos de prueba, munición, etc.. Empecé
a pensar donde pondríamos las bombas y las espoletas, los lugares mas o menos
adecuados ya estaban ocupados por la gente de A4-C...ni pensar en un lugar para acomodar el personal.
Llegado
el mediodía, nos dirigimos con el Jefe de Base hacia la ciudad para almorzar, en el trayecto, de no mas de 10 minutos, comenzamos
a hablar sobre este tema y le manifesté que era indispensable contar con, por lo menos, carpas donde guardar el material y
donde pueda cobijarse el personal... me preguntó en que ubicación creía que podrían ir y entre una cucharada de sopa y otra
de guiso de arroz quedó mas o menos establecido que era lo que necesitábamos, distando mucho de ser lo que podríamos llamar
el mínimo... pero así estaban dadas las cosas y había que adecuarse, además ya nos habíamos acostumbrado.
Hablando
con el 1º Teniente ROSALES, le pedí si me podía dejar libre aunque mas no fuera un refugio de los que ellos ocupaban, a los
efectos de poner nuestro material mas delicado (electrónica, asiento eyectable) y eventualmente por si teníamos necesidad
de trabajar en profundidad en algún avión, ya que allí las temperaturas eran mas bajas que en Comodoro Rivadavia y estábamos
a merced de los vientos patagónicos de muchos kilómetros por hora.
Otro
tema que me preocupaba era la carga de combustible, las abastecedoras: que había en SJU, a duras penas cubrían las necesidades
de los A4-C, con nosotros operando harían falta por lo menos 2 abastecedoras mas y con dos picos de carga cada una para así
poder reducir el tiempo de alistamiento de los aviones, no hay que olvidar que la carga de los Dagger es por gravedad y tiene
varios pasos a seguir.
Las
comunicaciones entre los distintos puntos se hacia por medio de "handies talkies", vulgarmente llamados HT, de modelo viejo
y obsoleto, que en el 80% de los casos no funcionaba, a posteriori se doto a la Base de un moderno teléfono de campaña, pero
la deficiencia en cuanto a comunicaciones inalámbricas continuó.
Esa
tarde cuando regresábamos en nuestro fiel Guaraní, pensaba en como organizar todo el "Circo" para el redespligue y en que
le iba a decir al personal para motivarlos con respecto a la nueva Base que nos había tocado en suerte y en la cual, a mí
me parecía, todo estaba en nuestra contra.
Ni
bien llegue a Comodoro Rivadavia me reuní con el 1º Teniente ROCHA y los Suboficiales mas antiguos para comenzar a planear
nuestro traslado.
Teníamos
que ver dos temas, uno era como organizar el movimiento de todo el material, incluidas las bombas y cartuchos de 30mm y por
otro lado como afrontaríamos las deficiencias que encontraríamos en San Julián, es así que ya entrada la noche teníamos, al
menos en los papeles, todo resuelto.
Saldrían
en camiones todo lo que fuera armamento y equipos de apoyo no necesario para el vuelo de traslado.
Aprovecharíamos
que las bombas y municiones estaban en polvorines móviles, que eran camiones con acoplado de YPF destinados para este fin,
a cuyos conductores no les hacía mucha gracia el trabajo que les había tocado en suerte, pero con ese sistema nos ahorrábamos
de volver a cargar este material.
Solo
se contrataron algunos camiones mas para el resto de las cosas. Además estaba
previsto 2 aviones C-130 para la carga y un avión F-27 para el personal.
Así
fue que el día 20 salió para San Julián varios camiones cargados con:
132 bombas Alavese
105 colas frenadas
105 espoletas Kappa III
5580 cartuchos de 30 mm
308 conjuntos de ferretería para armar las bombas
Nos
quedamos con una cantidad mínima de munición, bombas y con los misiles que no pueden ser transportados por vía terrestre,
para no dañar sus mecanismos giroscópicos.
LOS
VUELOS DE ENTRENAMIENTO Y TRASLADO
La
actividad de vuelo, práctica de bombardeo y tiro continuaba sin descanso. desde
el día 21 al 25 de abril, mantuvimos la dotación completa de 6 aviones en servicio.
Contábamos
con 12 soldados que nos servían de apoyo, sobre todo para la sección armamento, debo decir que hasta ese momento se comportaban
magníficamente. Una tarde me pongo a conversar con ellos y me comentan que hay problemas con la merienda y que no les habían
pagado el viático, consecuentemente no podían comprar papel y sobre para escribir a sus familiares. El mismo problema lo teníamos
los oficiales y suboficiales, ya que la unidad no disponía de suficientes recipientes como para llevar la merienda a los Bunkers
y por otro lado no llegaban los viáticos, así que decidimos hacer una especie de colecta entre nosotros y reunimos 250.000.=
pesos para la compra de lo que nos estaba haciendo falta.
El
24 de abril teníamos los 6 aviones en servicio, listos desde temprano con 3 tanques auxiliares de 1300 litros cada uno, pero
no hicimos ningún vuelo ya que comenzamos los preparativos para el traslado del material a San Julián.
Después
de almorzar, aproximadamente a las 14:00 horas, comenzamos a cargar todo el material, disponíamos de 8 camiones semi-remolque.
Es
casi la medianoche cuando ordeno suspender la tarea, para continuar al día siguiente.
A
la mañana del día 25 detectamos una pérdida de combustible muy importante en el C-401. El Cabo Ppal. BONO me informa que es
imposible repararla con los medios que tenemos, así que decido su traslado a Tandil, decola a las 11:00 Hs.
A
posteriori, decola un F-27 con 44 hombres del Escuadrón con rumbo a la BAM San Julián, para preparar el lugar para la llegada
de los aviones por la tarde.
A
mediodía partió la columna de 7 camiones, con el mismo rumbo que el F-27, al mando del 1º Teniente ROCHA con 19 Hombres.
Entre
las 15:30 y 16:00 hs., decolaron para San Julián todos los aviones:
C-404 C-407 C-412 C-416 C-434
Luego
que despegó el último avión, cargamos en el camión que quedaba el material remanente, utilizado para atender los aviones y
parte para nuestra nueva base de operaciones, son las 18:00 hs. A las 20:30,
decolamos en un avión C-130, yendo hacia nuestro nuevo destino, por mí mente pasaban otra vez los mismos interrogantes que
cuando venía desde Tandil en el B-707.
Cuando
aterrizamos, los Daggers se encontraban distribuidos en la plataforma frente a la torre de control, rápidamente verificamos
y solucionamos una o dos pequeñas novedades y todo el material quedó en servicio. Los
armeros comenzaron de inmediato a armar las bombas y preparar la munición necesaria para una salida.
NUESTRA
VIDA EN SAN JULIAN
Me
reuní con el S.M. ALVAREZ y el S.A. QUIROGA para que tomen contacto con el suboficial a cargo del Gimnasio a efectos de poder
coordinar los lugares donde dormiría nuestro personal, como también los horarios de comida y del transporte de la ciudad a
la Base. El desayuno y las comidas
las hacíamos en la Hostería Municipal, un gran comedor cercano a la ría de San Julián, donde podían racionar un considerable
número de personas, en varios turnos.
Este
Gimnasio era una construcción moderna de la Localidad de San Julián, que disponía de las mejores comodidades que nos podían
brindar, para alojar a una gran cantidad de personal, ya que también estaba, como comente anteriormente el Escuadrón Aeromóvil
A4-C.
Los
Suboficiales Subalternos y Personal Civil, dormían en donde estaba la cancha de basquet o papi fútbol, se les había provisto
de catres de campaña que lamentablemente no aguantaron una noche ya que se rompían y además eran muy incómodos, por lo que
muchos armaron sus propios "colchones".
Los
Suboficiales Superiores y Oficiales lo hacíamos en unas habitaciones que creo servirían de oficina, pero que para el caso,
habían llenado de camas marineras.
Como
dije antes, la escasez de agua era uno de los problemas, ya que normalmente estaba cortada y se daba alrededor de media hora
a la mañana y luego a la noche, para bañarse otro tanto, realmente por la cantidad de gente que había, una mayoría quedaba
siempre sin afeitarse o lavarse la cara. Los pilotos se alojaban en el Hotel, donde no había este problema, así que cuando
podía por la noche me iba a la habitación del 1º Teniente ROMAN, Ten. AGUIRRE y allí me pegaba un buen baño con agua caliente.
Luego compartía un rato, conversando tranquilo con una cerveza por delante, con esos gloriosos y verdaderos héroes que son
nuestros aviadores de Dagger y A4-C. Para dirigirme, durante la noche, desde el gimnasio al hotel, que distaba a unas 5 o
6 cuadras, lo hacia caminando en la mas completa oscuridad, ya que estaba ordenado estricto oscurecimiento y como había peligro
de que desembarcaran comandos ingleses, este camino lo hacía con la pistola cargada y sin seguro, ya que iba solo.
En
una oportunidad, siendo alrededor de las 22:00 horas y haciendo este camino, distinguí vagamente unas sombras que se movían
en forma sospechosa a unos 50 metros, como no podía precisar quienes eran me tiré al suelo y quedé atento viendo como también
ellos se acercan sigilosamente... el corazón me latía a 130 pulsaciones por minuto, cuando escucho que dicen susurrando pero
en correcto castellano, -"Creo que se escondió por aquí"-, es ahí donde me paro y les digo quien soy, era la policía provincial
que estaba haciendo una ronda, fue la primera y única vez que los vi.
OPERANDO
DESDE SAN JULIAN
26
de abril de 1982, nuestro primer día de operaciones desde esta Base Aérea Militar San Julián.
El
transporte para el personal consistía en dos micros de Fuerza Aérea, como no alcanzaban para llevar todo el personal técnico,
lo hacían por turnos.
Los
aviadores disponían de una camioneta rural de YPF con un conductor. Como Jefe de Mantenimiento, yo tenía asignada una camioneta
Rastrojero también de YPF con su conductor, en ella nos movilizábamos para trasladar los mecánicos o repuestos.
Ni
bien llego ese día a la Base me informan que el camión que transportaba los portabombas había quedado, por falla en el motor,
en Caleta Olivia. Esto era muy grave ya que si se ordenaba una salida, no disponíamos de la suficiente cantidad de porta bombas
como para armar todos los aviones.
Cerca
del mediodía llegó el C-432 desde Tandil, para reemplazar al C-401.
A
primera hora de la tarde, llegó el último camión que había salido de Comodoro, le pregunté por el que se había quedado y me
informaron que calculaban que en unas horas mas estaría llegando.
Los
trabajos realizados para acomodar todo el material fueron titánicos ya que se hizo todo a mano, no disponíamos de Sampimovil
(vehículo que sirve para levantar y trasladar cargas pesadas) y todo se hacia muy pesado.
Era
necesario tener carpas para alojar al personal ya que el mal tiempo y el frío eran constantes, además necesitábamos equipos
de radio para comunicarnos desde los distintos lugares, ya que en algunos casos la distancia era de mas de 2 Km.
Por
supuesto debíamos tener los aviones en servicio y preparar las bombas y tanques auxiliares y etc., etc. De todo esto hable con el Jefe de Base, Comodoro MAIZTEGUI y con el Jefe de Escuadrón Base, Vicecomodoro
BERRETTA... ellos me dijeron de los pocos medios que disponían y que tratarían de darme todo lo que solicitaba.
El
Comodoro MAIZTEGUI me comunicó que mi dependencia orgánica, en adelante sería
del Jefe del Escuadrón Técnico (Vicecomodoro LLABRES).
Pensé
que esto nos quitaba la autonomía que teníamos y a la vez me aumentaba el trabajo burocrático, ya que comenzaron a lloverme
pedidos de listas de personal, material, etc.
Hable
de esto con el Mayor SAPOLSKY, me dijo que atendiera en la medida de las posibilidades los requerimientos, pero que lo operativo
lo iba a recibir de él. Sin ánimo de ofender, ya que me une una buena amistad con el Vicecomodoro LLABRES, por suerte no tuvimos
una dependencia práctica, ya que él tenía muchos problemas que atender de A4-C y yo me movilicé y trabajé durante todo el
tiempo en forma independiente, pero teníamos un lugar común donde coordinábamos nuestra tarea, que llamábamos justamente:
Coordinación.
Con
urgencia necesitaba una carpa para alerta, ya que el lugar donde se encontraban los mecánicos quedaba un poco lejos de donde
se operaba con los aviones, además en caso de tener que trabajar de noche no teníamos todos los equipos de luz suficientes,
y las pilas para linterna escaseaban.
El
sistema A4-C disponía en la zona de Bunkers de un sector llamado Palier para el almacenamiento de las bombas sobre la tierra
y a cielo abierto donde era imposible poner una bomba mas, así que improvisamos cerca del edificio del aeropuerto el polvorín
del Escuadrón Dagger, también a cielo abierto y sin mamelones de protección, y almacenamos las espoletas en una carpa a 20
metros de la pista, aunque parezca raro y riesgoso, no había otros lugares donde almacenar este material.
Al
caer la primera lluvia, el seudo deposito de bombas era un lodazal del cual era muy difícil sacar las bombas, ya que los carros
de transporte que se utilizaban para este fin eran muy pesados y se hundían en el barro.
Disponíamos
en este momento de un elevador mecánico Sampimovil, que también se hundía en el barro y había que empujarlo para sacarlo con
lo que el trabajo se duplicaba.
NUESTROS
PILOTOS
La
relación con los pilotos era muy cordial, particularmente con el 1º Teniente ROMAN, desde que él llegó a la Brigada de Tandil
mantuvimos una gran amistad la cual en estos momentos se estrechaba y a posteriori se estrecharía aún mas, es un oficial muy
inteligente de un valor sin igual y con una gran serenidad en las situaciones de riesgo.
El
junto con el Capitán DIMEGLIO y el Teniente AGUIRRE FAGET pasarían a ser mis héroes particulares.
Con
un flaco y alto Teniente me encariñe mucho ya que lo veía jovencito y siempre muy alegre y dispuesto a colaborar con los técnicos,
era el Teniente CARLOS JULIO CASTILLO.
Cuando
hacia falta poner un avión en marcha por alguna prueba a horas intempestivas le preguntaba si podía hacerlo y siempre me respondía
- Como no Jefe, adonde hay que ir...?-.
El
Mayor SAPOLSKY, era muy sereno y nos llevábamos muy bien, siempre daba las ordenes muy claramente y todos lo respetaban mucho.
El
Capitán DIAZ, un gran jefe de operaciones del escuadrón, al igual que el Mayor era muy sereno e inteligente, su relación con
el personal era excelente.
Con
el Capitán DIMEGLIO me unía una amistad de vecinos, ya que vivíamos en departamentos contiguos, en el edificio que la Fuerza
Aérea poseía en Tandil; siempre lo considere un oficial excepcional.
Con
el 1º Teniente SENN, no teníamos mucha relación pero me parecía un buen oficial de escuadrilla.
El
1º Teniente CALLEJO, era un tipo sin igual, muy callado, pero decidido y preciso, un gran camarada al que no conocía bien
pero por el que llegue a sentir un gran afecto con el correr del tiempo.
El
Teniente AGUIRRE FAGET, era un oficial muy serio, pero comencé a apreciar su valor como soldado y su hombría de bien a medida
que nos íbamos tratando.
MAYO
MUY PROXIMO
02:20
hs. de la madrugada del día 27 de abril, se ordena artillar con bombas y cañones a 4 aviones, la flota Inglesa ya esta muy
cerca, se prevé que de no mediar un milagro el enfrentamiento es inminente.
La
orden establecía que para las 06:00 hs. todo tenía que estar listo. Rápidamente coordinamos con el S.M. ALVAREZ para que el
personal se trasladara a la base. Antes de las 03:00 hs. estamos trabajando; el frío era intensísimo, todo los equipos estaban
congelados, el compresor de alta presión para la carga de los tubos de puesta en marcha de los aviones no quería arrancar;
el Cabo Principal PEDRO DEFELIPPE trataba por todos los medios de que funcionara, lo asistía en la tarea el Personal Civil
Técnico II RAUL DICOSIMO, los mecánicos con destreza y precisión colocaban los tanques suplementarios de 1300 litros, 3 por
cada avión, uno en cada plano y otro en la panza, los Hobarts (equipo generador de energía eléctrica) para la alimentación
de 28 volts de corriente continua y 115 volts de corriente alterna funcionaban a pleno para dar energía para la inspección
previa al vuelo.
Los
armeros, como siempre llevando la peor parte, arrastrando los carros de traslado de bombas, colocando en las estaciones 3
y 5, 1 bomba de 250 Kg con cola frenada, el chasis cañón cargado con 250 cartuchos explosivos de 30 mm (Se llama ESTACION
a los puntos de toma de armamento o tanques de combustible en el avión).
Además
a los aviones C-404 y C-434, que estarían de alerta los artillamos con 2 misiles Shaffrir cada uno.
Todo
este trabajo se realizaba con la iluminación que nos daban unos equipos generadores de electricidad y linternas.
Finalmente,
recargamos combustible, pues éste a causa del frío sufre una gran contracción y en algunos casos llegamos a tener que echarle
mas de 100 litros para completar los tanques principales.
A
las 05:40 pasamos a Operaciones los aviones listos para el decolaje, la hora prevista era las 06:00.
A
partir de ese momento empezó la vigilia, ya que estábamos atentos a la espera de la orden de decolaje, la cual por este día
no llego.
Al
mediodía el personal fue a comer por turnos, con un hambre voraz ya que no habían desayunado y entonces me di cuenta que éramos
muy pocos, ya que en algunos casos me quedaba sin especialista.
Así
paso este día 27, en apresto y sin novedad.
El
día 28 seguíamos estando atentos como el día anterior cuando cerca del mediodía me comunicó el Mayor SAPOLSKY que venía el
C-421 a reemplazar al C-416, el cual estaba con pérdida de combustible.
A
las 12:10 aterrizó en forma impecable el avión que esperábamos piloteado por el 1º Teniente RATTI.
SANGRE
NUEVA
En
el Escuadrón de A4-C, además de los pilotos de combate habían hecho venir a los Alféreces, que aún no estaban en condiciones
de hacer vuelos de combate, para emplearlos en tareas de apoyo, entre ellos estaban JULIA, GUILLERMO RODRIGUEZ Y DONATO entre
otros, este último estaba a cargo del combustible, que era nuestro punto débil ya que las abastecedoras no eran suficientes
y presentaban frecuentes fallas, así que el pobre Alférez DONATO recibía todas mis quejas.
LAS
FRANJAS AMARILLAS
Por
la tarde me dan la orden de pintar franjas amarillas de 1 metro de ancho en las alas de nuestros Daggers, arriba y abajo y
en el empenaje, a efectos de que nuestra Artillería Antiaérea reconociera los aviones.
En esa tarea estábamos cuando el Vicecomodoro LLABRES me llamó pues teníamos que ir a ver al Jefe de Base, allí reunidos
con otros oficiales nos informaron que la Base podía ser atacada por comandos ingleses o por bombarderos Vulcan.
EL
29 DE ABRIL
La
tensión va en aumento, los aviones siguen en apresto pero sin bombas. Los tenemos
desplegados sobre la plataforma frente a la torre y en una calle de rodaje de acceso a esta. Es necesario armar una plataforma
en cada cabecera de pista ya que el tiempo que pierden los aviones para llegar a la cabecera y el combustible que gastan es
precioso, se esta gestionando obtener las planchas de aluminio que estaban destinadas a la pista de aterrizaje en la isla
Vicecomodoro Marambio.
EN
ALERTA
Son
las 15:15 hs.: recibo la orden de colocar bombas a los aviones para realizar una salida para atacar a la flota, que ya se
encuentra muy cerca, la actividad vuelve a su punto máximo.
A
las 19:00 hs. la noche comienza a hacerse mas oscura y de pronto llega la orden
inesperada, "¡¡Sacar las bombas y misiles de los aviones de inmediato, vienen los Vulcan a bombardear la Base!!"... Rápidamente
nos ponemos a realizar esta tarea... no habían pasado 15 minutos cuando veo que
los pilotos vienen a la carrera a los aviones y el Mayor me ordena que prepare la puesta en marcha ya que los bombarderos
ingleses estaban poco mas de 40 minutos del blanco... es decir de nosotros... los aviones replegarían a Tandil de inmediato.
Seguíamos
sacando bombas y misiles los aviones uno a uno iban encendiendo sus motores y en medio del ruido infernal de los reactores,
continuábamos trabajando.
De
pronto veo que el C-432 comienza a moverse y lo sigue n el 407 y el 421, pero en este avión aún estaban trabajando dos armeros
tratando de sacar el misil del ala izquierda, tan ensimismados estaban en su tarea que no se daban cuenta que el avión se
movía, así que les grite que si el misil estaba bien tomado al lanzador lo dejaran así... en el momento en que me contestan
por señas que sí, el Dagger acelera su motor y entra en la pista para ir hacia cabecera 07.
SE
VAN...
Son
las 20:00 hs. a lo lejos se pierde el brillo del tubo de chorro del último avión y allí nos quedamos mirando la noche.
En
la Base ya no queda casi nadie, la gente de A4-C ya se fue, no tenemos micro para ir a la ciudad.
Ordeno
al personal ir hacia el refugio que se encuentra cercano a la torre de control, yo continúo en la plataforma mirando como
el personal de mecánicos y armeros rápidamente junta todo lo que quedo desparramado por la plataforma, en ese momento se me
acerca un Cabo muy jovencito, que había llegado uno o dos días antes y me pregunta: - Señor y si vienen ahora a bombardear,
que hacemos...-
Poniendo
cara de saber, aunque por la oscuridad no creo que me viera muy bien le dije:
-No
se preocupe Cabo, el refugio aguanta cualquier cosa así que quédese tranquilo-.
En
realidad no estaba seguro de que fuera así, pero por lo menos vi que se fue, creo, mas tranquilo.
Por
suerte el bombardeo no se produjo, aunque esa noche cualquier ruido parecido al de un avión nos sobresaltaba.
El
día 30 estuvimos preparando la munición, armando bombas, poniendo a punto los equipos de apoyo y realizando lo que podríamos
llamar tareas domésticas ya que los aviones permanecían en Tandil debido a que persistía la amenaza de ataque aéreo.