PLEASE READ:
I request to anyone who wants to copy part or full chapter and post it on any type
of media, put in THE BEGINNING and literally:
Fragment of the Book "Malvinas, Ellos tambien
combatieron"
Author My (R) VGM FAA Guillermo S. Posadas.
The present work has Copyright in Argentina and
International.
I'M WORKING TO TRANSLATE IN ENGLISH
Al Mayor Cesar Roman, por la amistad que siempre me brindó y a través de él a todos
nuestros aviadores que nos cubrieron de gloria ante
el mundo
Agradezco profundamente la colaboración y apoyo
que me brindaron especialmente:
Comodoro D. Francisco Pio Matassi
Comodoro D. José Alfonso Rodeyro
Mayor D. Cesar Roman
S. P. Ubaldo
Quiroga
Tec. I José
Luis Martinez
El presente trabajo es la historia real del II Escuadrón Aeromóvil Dagger, durante la Batalla Aérea por las Islas
Malvinas, tanto este como las opiniones vertidas en
él no constituyen el pensamiento oficial de la Fuerza Aérea
Argentina, solo exponen hechos y puntos de vista del
autor, los cuales son de su exclusiva responsabilidad.
INTRODUCCION
El rol que le toca jugar al personal técnico de cualquier Fuerza Aérea, en toda
guerra es muy particular, ya que por las exigencias de la operación, en muchos casos, aparentemente no esta comprometida su
seguridad física por ataques enemigos, aunque no esta exento de que así sea, o por lo menos no lo sabe.
Si se encuentra operando en el Teatro de Operaciones, pero alejado del frente de
combate (Base Aérea Militar San Julián, en este caso) y corriendo riesgos solo cuando es bombardeado o atacado por tierra
(como sucedió con personal técnico de Pucará, Helicópteros y otros en Malvinas).
Incluso esta amenaza la sufrió la Base Aeronaval de Rio Grande (Dagger y Super Etandart)
en el continente, cuando estuvo a punto de ser atacada por comandos ingleses con ayuda de los chilenos, intento fallido por
destrucción del helicóptero ingles, hecho reconocido por las autoridades militares chilenas.
Es decir ninguna Base Aerea Militar continental estaba libre de sufrir un
ataque ya que eran blancos muy codiciados por el enemigo.
En este punto quisiera aclarar por que el personal tecnico y de apoyo de los Escuadrones
Aeromoviles de la Fuerza Aerea con asiento en las bases aereas de la Fuerza Aerea Sur no solo son Veteranos de Guerra tal
como la Fuerza Aerea Argentina los designo al finalizar las operaciones, sino
que se los debe considerar Ex-combatientes.
Esto esta definido especificamente en las leyes, reglamentaciones y resoluciones
tanto nacionales como internacionales a las cuales la Argentina a adherido.
Algunos documentos:
Según el artículo 2 del Reglamento de las Leyes y
costumbres de la guerra terrestre, anejo al IV Convenio de La Haya (1907), son beligerantes: 1.º Los combatientes regulares:
miembros de las Fuerza Armadas (miembros del Ejército, dotaciones de la marina de guerra y
tripulaciones de los aviones militares, con inclusión de los servicios auxiliares) de una parte contendiente, así como
los miembros de Milicias y Cuerpos de voluntarios que formen parte de esas Fuerzas Armadas.
La Fuerza Aérea Argentina de acuerdo a la Resolución Nº 231/2000, Articulo 1° del
J.E.M.G.F.A considera como VETERANO DE
GUERRA a “todo personal militar superior, subalterno, tropa y civil que participo en la Guerra del Atlántico Sur
y que se le haya otorgado algún distintivo de campaña, instituido en la Resolución Nº 540/85”.
Ademas podemos agregar que , “… producto de las nuevas definiciones
incorporadas por la resoluccion 855/06, se concluye que la “accion efectiva de combate” realizada por la fuerza
aerea de una parte en conflicto es llevada a cabo por un grupo heterogeneo de personal asigando a un comando extrategico operacional
(ceo), reconocido por la resoluccion nº 540/85 del JEMGFA, siendo parte INDIVISA de
un sistema que produce un resultado belico concreto (ventaja militar) aun sin estar,
necesariamente, en contacto directo con el enemigo.
Para el caso concreto del personal técnico del II Escuadrón Aeromóvil Dagger desplegado
en San Julián, Provincia de Santa Cruz, tuvimos la suerte de no haber sido atacados durante todo el conflicto (aunque entonces
no lo sabíamos, actuábamos y pensábamos que íbamos a serlo, nuestra tension era permanente), a pesar de las alertas que sufrimos
al respecto sobre bombardeos de aviones Vulcan, en ese aeródromo de despliegue, tan reales fueron estas que, como veremos
en cierto momento obligó al repliegue de TODO el material aéreo y a disparos de ametralladoras que suponían ataques comandos.
La VI Brigada Aérea, con asiento en Tandil, Provincia de Buenos Aires, a unos 360
Km. de la Capital Federal, con una dotación de aviones de combate del tipo caza bombardero DAGGER (versión Israelí del Mirage
5), desde el año 1980 estaba organizada en "escuadrones de despliegue" (Escuadrones Aeromóviles), perfectamente armados, equipados,
con material y personal designado específicamente.
Estos Escuadrones estaban compuestos por, un Jefe de Escuadrón Aeromóvil, un Jefe
de Operaciones, Jefes de Escuadrillas, oficiales de escuadrilla, un Jefe de Mantenimiento y personal técnico de mantenimiento
en número variable de acuerdo a la especialidad .
El problema más serio que se nos presentaba en la formación de estos escuadrones
era la falta de personal técnico, mecánicos y especialistas; ya que en algunos casos había un solo hombre para una especialidad
determinada, lo que para mantener un esfuerzo de guerra se hacia realmente dramático.
En tiempo de paz los Escuadrones Aeromóviles operaban, regularmente, con despliegues
al sur del país (Com. Rivadavia y Río Gallegos), permaneciendo en esos lugares entre 15 y 45 días, en estos períodos se efectuaban
ejercicios de guerra, alistamiento del material, cambios de configuración y lo importante, reducir el tiempo entre salidas.
Pero en aquellos días de abril/mayo de 1982, llegó el increíble momento de la verdad...
¿sería la realidad igual a lo que habíamos practicado?.
Lo que sigue es el relato de aquella fantástica realidad la cual nos llenó de orgullo,
pues logramos enfrentarla con dignidad nacional y con bastante capacidad profesional.
He aquí los hechos…
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CAPITULO 1
LOS
PREPARATIVOS
TANDIL, no se
sabe a ciencia cierta que significa este nombre, es indudablemente una voz indígena, probablemente de origen mapuche para
unos o guaraníes para otros, en lo único que se coincide es en que tiene mucho que ver con lo que se relaciona con peñasco,
piedra o roca. Algunos de sus significados podrían ser "Peñascos o rocas caídas,
derrumbadas", "Roca por caer" (por la famosa Piedra Movediza), "Lugar de roca para la reunión", "Lugar de roca donde pace
el ganado" o "donde pastorea el ganado".
Lo cierto es
que TANDIL, una hermosa ciudad ubicada en un valle rodeado de sierras a aproximadamente 360 Km al sur de la Capital Federal,
es el asiento de la gloriosa VI BRIGADA AEREA, esta poderosa unidad de combate de la FUERZA AEREA, se encuentra a unos 20
Km de la mencionada ciudad.
El día 2 de
Abril de 1982 me dirigía en mí automóvil hacia la "Brigada", como se la llama cariñosamente, cuando por la radio escucho LA
noticia: "Las Fuerzas Armadas Argentinas reconquistaron las Islas Malvinas, en una operación militar en la cual perdió la
vida un oficial de la Armada y se tomaron prisioneros a los Marines, que eran la fuerza de seguridad de las Islas...", realmente
quedé perplejo, jamás hubiera pasado por mí mente que sorpresivamente recuperaríamos ese suelo tan querido, enseguida me embargo
una gran alegría, por lo que ello significaba.
Pero a medida
que iba llegando a la guardia de la unidad, pensaba en cual sería la reacción de los británicos, seguramente que no se quedarían
tranquilos y negociando, sino que enviarían alguna de sus famosas fuerzas expedicionarias para tratar de disuadirnos y tomar
las Islas nuevamente. Si esto ocurría, sin ninguna duda, tendríamos que salir
a defender lo nuestro.
Indudablemente,
a partir de este momento tendríamos que ponernos a preparar los Escuadrones Aeromóviles.
Saludé al personal
que estaba de guardia y me dirigí al Casino de Oficiales. Al entrar me salieron al paso algunos oficiales solteros que vivían
allí y me preguntaron que pasaba en la ciudad, les dije que nada, que me había enterado de lo sucedido en el auto, a pocos
kilómetros de la unidad y que sabía tanto como ellos.
Luego de cambiar
mis ropas civiles por el uniforme de servicio, me dirigí al Grupo Técnico. Desde
diciembre de 1981 me desempeñaba como Jefe de Escuadrón Talleres.
Llegado al hangar,
el Suboficial Mayor DANIEL ALVAREZ, Encargado de Escuadrón, me presentó al personal que estaba formado y luego del saludo
de práctica, les comuniqué que estuvieran atentos y preparando todo para un eventual despliegue.
Pocos minutos
después el Jefe de Grupo Técnico 6, Comodoro PEDRO MARTINEZ, llamaba a los Jefes de Escuadrón a su despacho. Allí nos comunicó que era inminente que se efectuara el despliegue de 2 escuadrones, así que ordenó la
preparación de todo lo necesario, recordando que en esta oportunidad no era un ejercicio.
Comenzaron los
preparativos, corríamos contra reloj, en cualquier momento llegaba la orden de desplegar.
Entre las cosas que mas me preocupaban en todo este movimiento, era sin duda como funcionarían los TUBOS DE ARRANQUE,
estos son cilindros en los cuales se carga aire a muy alta presión, que luego es inyectado, a través de una manguera metálica
flexible, al sistema de arranque del motor de nuestro avión, que es justamente a aire comprimido.
Mí preocupación
no era vana, ya que durante el invierno de 1979, nos encontrábamos operando como unidad alojada en el Area de Material Río
IV y teníamos frecuentes inconvenientes con el arranque de los aviones debido a problemas de congelamiento del sistema de
lanzamiento de los tubos (operación de apertura de la válvula).
Llenábamos cajones
con repuestos de motor, célula, instrumental, electricidad, asientos eyectables, luego estaba la preparación de los equipos
de apoyo terrestre, los Hobart de puesta en marcha, compresores para la carga de los tubos de arranque e infinidad de equipo
de armamento.
Desde un principio,
la gente de armamento fue la mas sufrida, nunca terminaban de preparar todo lo que necesitaban y por supuesto todo era pesadísimo,
los chasis cañón, los portabombas... no había que olvidarse de nada. Había listas
y mas listas de materiales, repuestos, personal y no se cuantas cosas mas, lo importante era no enredarse en ellas.
El día 3 de
abril llega la orden de despliegue, tenemos todo prácticamente listo, faltan ultimar detalles.
La cantidad
de material de apoyo y repuestos a trasladar tenía un peso de aproximadamente 30 toneladas y un volumen de alrededor de 160
metros cúbicos.
El día 4 el
Jefe de Grupo Técnico Comodoro PEDRO MARTINEZ, reúne a todos los oficiales del Grupo y comunica que ha designado como Jefe
de Mantenimiento del I Escuadrón Aeromóvil al 1º Teniente RUBEN GALLETTI y como Auxiliar al Teniente MARTIN ROLANDO. Mí corazón comenzó a latir con alegría, cuando el Comodoro dijo, - Como Jefe de Mantenimiento
del II Escuadrón irá el 1º Teniente GUILLERMO POSADAS, su Auxiliar será el 1º Teniente MIGUEL ROCHA... Me alegró que el "Negro"
ROCHA, como le decíamos cariñosamente, hubiera sido designado en mí escuadrón ya que era un excelente oficial y con una gran
capacidad de trabajo, cosa que luego demostró sobradamente. Ese día y el siguiente me reuní con el Mayor SAPOLSKY, que había sido designado Jefe del II Escuadrón Aeromóvil Dagger,
con él revisamos las listas de personal técnico y me comunicó la forma en que íbamos a operar una vez arribados al aeródromo
de despliegue. Antes de irme me dijo: POSADAS, no se olvide NADA...
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